Entiendo la Modificación Corporal como la posibilidad de transformar algo que, por su estructura, dimensiones y características, puede convertirse en otra cosa. Pero no hablo solo de lo físico, sino también de un cambio que mantiene intacta una esencia: algo original, único, que evoluciona sin dejar de ser auténtico.
Como profesional, soy plenamente consciente de cada paso que doy. Ejecuto mis trabajos con responsabilidad, pero también con una curiosidad insaciable que me lleva a investigar, a aprender, a entender el porqué de cada técnica… y de cada decisión. Siempre me ha gustado analizar las razones detrás de las cosas. Hoy, más que nunca, me interesa comprender qué lleva a una persona a querer modificarse, cuál es la motivación real que hay detrás de esa elección.
No me limito solo a lo técnico: evalúo también si un procedimiento es viable desde el punto de vista emocional, mental, incluso ético. Porque detrás de cada modificación hay un proceso psicológico profundo, una transformación interna que merece ser observada con respeto. Aunque llevo años trabajando en esta profesión y he normalizado muchas situaciones, a veces aún me detengo y me pregunto: ¿por qué alguien decide cambiar su cuerpo de esta forma?
No realizo cualquier procedimiento. Hay límites que no cruzo, como ciertas amputaciones. No porque no pueda hacerlas, sino porque hay una parte de mí —mi ética, mis principios— que me dice que ese no es mi camino.
En cambio, cuando alguien me pide un implante genital, una bifurcación de lengua o la extirpación de un tramo de cartílago y veo que hay una verdadera conexión con ese deseo, me enorgullece poder hacerlo. En esos momentos se genera una energía muy especial, una satisfacción y conexión mutua. La persona confía en mí para llevar a cabo algo profundamente simbólico y yo entiendo con claridad su necesidad. En ese instante, sé exactamente por qué quiere transformarse. Y eso es algo que va mucho más allá del cuerpo.
Acompaño a quien sueña con transformar su cuerpo en una forma tangible de su identidad.
La persona confía en mi con algo íntimo, personal y trascendental y yo entiendo con total claridad, por qué quiere cambiar. Porque no se trata solo de piel, carne o cartílago, se trata de voluntad, de expresión y de libertad.
Alex Blakan
No responses yet